Esta afición/adicción, ha sido como el Guadiana, ese río del sur de nuestra España, que aparece y desaparece en según que tramos.
Así la escritura se ha acercado y alejado de mí en las diferentes épocas de mi vida. Pero ahora por casualidad, o por el capricho del destino, que cada vez estoy mas convencida de que existe,ha vuelto con mucho ímpetu. Y escribo en el metro cuando voy al trabajo o de vuelta a casa, en los semáforos mientras espero para cruzar, o en medio de la noche, si no puedo dormir y entonces me llegan las palabras de golpe componiendo alguna historia, o en cualquier bar, mientras como o me tomo un café.
He descubierto que me gusta, que me gusta tanto que hace que las horas pasen, o mejor se deslicen a mi alrededor sin yo enterarme. Y es una delicia, porque me olvido de todo.
Y a veces, el resultado me gusta mucho, y a veces hay gente que lo lee y también le gusta. Otras veces, no es así, no gusta a casi nadie, y en muchas ocasiones, lo que a mi me parecía tan original e interesante, no lo era para nadie mas. Misterios de la escritura. O de las personas, que como se suele decir cada una es un mundo.
Si queréis leer algo de esto que escribo tendréis que ir a mi otra "casa", el otro blog, tbt.asun, en ese están estos tesoros escritos que salieron en su día de mi mano. De mi mano, sí porque a veces mi mano se vuelve loca y escribe, escribe, sin parar y la historia que se va perfilando no es en absoluto la que yo pensaba, así que cada vez estoy mas convencida de que mis pequeños relatos salen de mi mano, y no sé muy bien quien la guía.