La tarde se presentaba perezosa, después de una mañana perezosa. Un paseo por la casa, y de repente al entrar en la cocina, una idea. No lo pienso dos veces y pongo a calentar un vaso de aceite.
Es el inicio de un trabajo sencillo y con un resultado espectacular, o al menos el olorcito que se va extendiendo por la casa si es espectacular.
A su llamada vienen todos.
Hay opiniones diversas, pues todo el mundo sabe que las rosquillas auténticamente insuperables son las de mi madre, pero si no pongo un poco de orden se las meriendan antes de que yo acabe de hacer la última tanda.
Aquí dejo la muestra resultado de una tarde perezosa.
Solo queda desear ¡Bon Apetit!
Que tarde tán perezosa y tán dulce amiga mia
ResponderEliminarEntiendo que no lleguen a la mesa
Con lo golosa que soy..aimsss
Gracias por compartir
Besitos mi niña
Lo bonito de hacer algo es poder compartirlo, y por ello la mejor recompensa cuando se cocina es que se peleen por comérselo. Afortunadamente en mi casa suele ser así.
EliminarContigo solo puedo compartir una foto, pero con gusto compartiría las rosquillas reales.
Besos.
Que buena pinta tienen. Debían estar riquísimas.
ResponderEliminarBesos.
Te digo como a la anterior amiga, me gustaría compartir las rosquillas reales, que no estaban nada mal.
EliminarBesos
Que ricas rosquillas, se ven deliciosas.
ResponderEliminarBesos.
Pues si estaban muy ricas. Ayer volví a hacer, es que estoy aprendiendo, pues mi madre las hace mucho mas ricas, y era imperdonable no haber aprendido.
EliminarBesos