Tres kilos de carne, en un cuerpecito diminuto. Y no se casi nada de ti. Apenas de donde viniste. Pero cómo eres, qué te gusta, qué sientes, ¿Cuáles son tus habilidades? Y tu genio? No sé si me vas a querer.
Ya me estás dando dolor de cabeza, te veo caprichosa. Se me ha olvidado comer, solo sé mirarte, por arriba, por abajo, del revés, esa pielecita, esos pelillos, o pelusillas, esos pies. Seis horas seguidas sin apartar mis ojos de ti, seis horas de alegría, de llanto, de vida compartida. Solo te quiero ver a mi lado, siempre, y que estés bien, solo eso quiero saber.
Solo eso en este momento, en que acabas de nacer.
Precioso, que cada cual te llame como quiera, para mi. Poeta
ResponderEliminarBuitrago tu tienes permiso para todo, pues se que me miras con el velo del cariño. Y distorsiona mucho ese velo, ya te lo digo.
EliminarPero también te digo que eres un para mi un apoyo grande e imprescindible.
Besosssss
Que bonito! Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Penny, se llama Oliver y su nacimiento ha convertido a mi hermano Fernando en ¡abuelo!!!
EliminarMe he acordado mucho de vosotros y supongo que la visita habrá sido especial, y sobre todo corta.
Un beso a Julian y a vosotros dos.
Enhorabuena Asun, por el relato y por los nuevos nacimientos. ¡Como se les quiere nada más nacer! y antes de nacer también.
ResponderEliminarUn beso grandote
Marina
Hola Marina guapetona, fíjate tu en Alemania y yo teniendo sobrinos casi a pares...
EliminarY desde luego ojalá todas las noticias fueran así de felices.
Feliz regreso, aunque con ya imagino que con mucha nostalgia de los de allí.
Besos
Muy bonito Asun. Enhorabuena por tus nuevos sobrinit@s. ¿Para cuando los nietecitos?.
ResponderEliminarUn beso y un relato muy bonito.
Bueno Angelito ya sabes que no tengo prisa por eso, soy tan jovencita... Además también sabes que a mi hijo no hay manera de echarle de casa. Y Beita aún tiene que acabar su carrera. Pero bueno si llegara el caso no me importaría en absoluto.
EliminarBesos y enhorabuena por tu blog. Eres un fenómeno.