- Hola…
Te saludo pensando en aquellas noches pasadas
en blanco y días tan negros, muriendo por tu indiferencia.
Y veinte años después, yo más
fresca que una lechuga, y tú con esa carita de acelga. Dios, ¡qué mala es la
edad!, aunque creo que tenemos la misma.
- Oye, de verdad, me encanta volver a verte, estás genial, pero…tengo un
poquiiito de prisa…
Asun©
2012-11-16
Asun, has hecho que sonría al leer este relato. El tiempo devuelve a cada uno las cosas segun se ha obrado.
ResponderEliminarGracias Asun. Besotes.
Ariel, como digo ¿a quién no le ha sucsedido?, te encuentras con alguien que hace años te traía loquita y dices, pero por este andaba yo así?
ResponderEliminarBesos.