Un precioso paquete con lazos rosas esperaba en su dormitorio. La casa de
muñecas que tanto había deseado era su regalo de Navidad. Era feliz, pero
sentía un vacío extraño.
Algo rozó su cara y le hizo despertar. Su madre la arropaba con un dulce
beso que escondía una lágrima por no poder ofrecerle nada más. Abrió los ojos y
olvidó todo lo soñado.
Sonriendo, supo que tenerla a su lado era el mejor regalo posible.
Asun@16/10/14
Imagen tomada de la red
que bonito y que pobre niña, se rompio el sueño
ResponderEliminarbesos
Bueno pero despertó con el cariño de su madre, que es mucho.
EliminarBsesos
Pues no es mal despertar tampoco. Bonito enfoque Asun.
ResponderEliminarBesos.
Ese el mejor despertar del mundo. Una madre es siempre el mejor apoyo.
EliminarBesitos Miguel
Muchas veces queremos cuando ya tenemos. Me parece un relato estupendo con un final lleno de sentido. De los que habría que leerle a muchos niños en el colegio (y no tan niños). Un abrazo y mejor suerte para el próximo :)
ResponderEliminarJuan Antonio, en realidad no lo llegué a mandar, pues la falta de tiempo me hace retrasarme.
EliminarA ver esta semana si llego.
Besitos