Subir de nuevo a la habitación. No podía evitar subir una y otra vez. Revoloteaba por toda la casa como mariposa en bosque nuevo. Todo le parecía encantador. En la cocina no pasaría mucho tiempo, él sentía sus humos de manera especialmente acusada. El baño, sin embargo, le atraía especialmente. Entre aguas y espumas estaría ella con su espléndida desnudez. El dormitorio sería su refugio, allí velaría el sueño de su elegida y disfrutaría sus vigilias, porque pensaba interrumpir su descanso cuantas veces le fueran propicias. Por fin había encontrado su perfecto hogar, su definitiva morada. Cosa nada fácil para un fantasma ya entrado en milenios.
Asun©20/01/16
imagen de la red.
Traviesillo nos resultó el fantasma. Siendo tan entrado en milenios ¿no tendría la sábana un poco desengrasada?, jajaja. Divertido tu micro.
ResponderEliminarBesicos muchos
Gracias, es traviesillo pero claro con tantos milenios, se las sabe todas!
EliminarUn beso guapetona.
Parece que tras tanto tiempo ha encontrado eso que llaman el amor verdadero.
ResponderEliminarUn saludo, Asunción
Ángel, nunca es tarde si la dicha es buena no?
EliminarAbrazos
Una lugar tranquilo para un retiro agradable, je je.
ResponderEliminarBesos, Asun.
Eso parece Miguel,
Eliminarun abrazo