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Mi otro blog

Espero os gusten los pequeños relatos que compartiré, así como lo que me ronde por la cabeza y me parezca importante compartir.


Ilusión

Ilusión
Que la ilusión nos acompañe todos los días del año.

jueves, 12 de diciembre de 2013

¿Verdad que todo es posible?

E
ntramos en las últimas semanas del año. Entre música de campanillas, y árboles florecidos de luces. Y frío. Y la sensación de que hace solo un ratito, que estábamos en la misma tesitura. Que si cordero, que si pavo. Que si sidriña o cava. Que si mazapán o polvorones. Que si con tu madre o con la mía.
Pues a pesar de esos dilemas existenciales, y del bombardeo comercial animando a consumir y consumir. A pesar de eso, me gusta la navidad.
Me gusta ver la ilusión en los ojos de los niños. Me gusta ver la esperanza en los ojos de los padres. Me gusta el esfuerzo por quererse un poco más de los hermanos.
Me emociono con las historias de familias que superan malas rachas y hacen lo imposible por tener una cena especial.
Me emociono con la solidaridad de los que están un poquito mejor y comparten alguno de sus manjares.
Y me ilusiona pensar que la humanidad aún tiene mucho que decir y hacer, y todo es posible.
¿Verdad que todo es posible?







Asun©12 de diciembre de 2013

jueves, 5 de diciembre de 2013

Nuestro Pequeño Milagro

El andén del metro estaba abarrotado, como siempre en los días previos a la navidad, la gente ajena los unos a los otros.
     Yo bajaba abriéndome paso en las escaleras mecánicas. Sé que llevaba el brillo radiante del sol en mi cara, porque siempre me lo has dicho: “eres transparente”. Y ahora a través de mis transparentes ojos verdes solo podía verse el amor que había hecho posible nuestro pequeño milagro.
     Ponía el pie en el último peldaño, cuando el convoy del metro en el que llegabas tú, hizo su entrada en la estación.
Mucho antes de que se abrieran las puertas, nuestras miradas ya se habían encontrado, luego nos abrazamos, yo comencé a llorar y tú empezaste a reír. Estuvimos riendo y llorando, llorando y riendo hasta que pusiste tus manos en mi vientre y me diste un beso en él, con una expresión infinitamente dulce que debías tener guardada para el momento en que ese corazoncito nuevo latiera dentro de mí.

     Entonces un silbato resonó en las bóvedas húmedas de los túneles y nos devolvió a la realidad del andén. Abarrotado, como siempre en los días previos a la navidad, la gente ajena los unos a los otros.



Asun©22 de Agosto de 2011


Este es mi relato de Esta Noche te Cuento para el mes de diciembre, si quieres comentar puedes hacerlo