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Espero os gusten los pequeños relatos que compartiré, así como lo que me ronde por la cabeza y me parezca importante compartir.


Ilusión

Ilusión
Que la ilusión nos acompañe todos los días del año.

martes, 23 de diciembre de 2014

Me gusta la Navidad

Entramos en las últimas semanas del año. Entre música de campanillas, y árboles florecidos de luces. 
Y frío.
Me gusta ver la ilusión en los ojos de los niños. Me gusta ver la esperanza en los ojos de los padres. Me gusta el esfuerzo por quererse un poco más de los hermanos.

Me emociono con las historias de familias que superan malas rachas y hacen lo imposible por tener una cena especial.

Me emociono con la solidaridad de los que están un poquito mejor y comparten alguno de sus manjares.


Y me ilusiona pensar que la humanidad aún tiene mucho que decir y hacer, y todo es posible.

¿Verdad que todo es posible?





Asun©12 de diciembre de 2014

viernes, 12 de diciembre de 2014

Líneas de puntos

Había escrito cien veces: "te quiero”
Pero muy pocos podrían leerlo. A veces se había servido de esta circunstancia para desahogarse y gritar en el papel lo que no podía decir en palabras. La impotencia de caerse al bajar o subir casi todos los bordillos. El contratiempo de pisar la mayoría de los charcos. Escuchar la frase que se le clavaba como un puñal: ¡A ver si miras por dónde vas!
Entonces escribía toda clase de maldiciones contra el destino que hundió su vida en la oscuridad.
Sin embargo hoy todo eso quedó atrás.
Sonríe mientras otra línea de puntos se añade a las anteriores. 

Asun©30 de noviembre de 2014
Imagen de la red.



miércoles, 10 de diciembre de 2014

Marianita, la blanca.

Marianita, la blanca, estaba a un paso de arder en la hoguera.
Al filo de las doce de la noche del último día del año, con la última campanada del reloj de la catedral, comenzaría la danza del fuego.
Quizá su destino estuvo escrito el mismo día en que nació.
Demasiado blanca para su clase. Delicada y dulce hasta desesperar. El amo dudó de su paternidad. Semejante birria de niña no podía ser de su cosecha, aunque tampoco parecía hija de esa poderosa jaca que era la Mariana.

Marianita creció a golpes, porque el amo cerraba los ojos para no ver su fragilidad y la trataba peor que al resto de sus criados. Ella etérea y liviana lo resistía todo.

A los 15 años era hermosa, su tez no se había oscurecido un ápice y su cuerpo aunque  menudo, tenía  proporciones justas para enloquecer.
El amo perdió la compostura por ella y su hijo Rodrigo, perdió mucho más, el entendimiento entero.

¡Bruja! Acusaron públicamente. ¡Bruja! La niña era capaz de arrebatar almas y conciencias, guiada sin duda por el maligno. Así resolvieron tan incómoda situación.

31 de diciembre, noche cerrada.
Marianita, la blanca, daba su último paso hacia la hoguera.

  

Asun©9 de diciembre de 2014

Puedes comentar en Esta noche te cuento













Imagen de la red

lunes, 1 de diciembre de 2014

Un sitio en el mundo para Sara.( 3 día internacional de la Discapacidad)

Acababa el mes de junio, no tenía mucho que hacer.  Terminaba de volver de un viaje por algunas capitales europeas con los compañeros de la universidad. Todos los exámenes aprobados y sin un duro en los bolsillos. 
Así las cosas mi madre me estaba proponiendo un trabajo.
   
El trabajo que menos hubiera podido imaginar. Cuidar niños. Al ver mi reacción, me lo explicó: no se trataba de bebés, ni de niños de ninguna otra edad. Se trataba de Sara, la hija de Julia y Paco, sus amigos. Sería en principio todo el mes de julio.

     Sara tiene mi edad, pero es muy especial, yo nunca supe a qué tipo de “niños especiales” pertenecía, pero a medida que dejamos de ser niños, quedó patente que había una distancia que nos separaba, ese límite intelectual imaginario que hace que unas personas avancen y otras se queden detenidas en los primeros cursos del colegio para siempre. Sin embargo ese pequeño retraso no se apreciaba fácilmente en el resto de su vida diaria.

Acepté, conocía a Sara, aunque ahora hacía tiempo que no la veía, recordaba que era muy divertida, y el trabajo solo consistía en estar con ella durante la mañana, simplemente para que no estuviera sola. Evidentemente no tendría que cuidarla en el sentido estricto de la palabra, solo hacerle compañía, compartir el desayuno, y ayudarla si necesitaba algo. Y en su casa tenían piscina.
  
 El primer día me impresionó, me pareció preciosa, pero preciosa, no como Heidi, preciosa como… bueno preciosa quizá no era la palabra, me pareció deseable.

Julia se marchó entre recomendaciones de todo tipo, y recordándome que si ocurría algo la llamáramos inmediatamente, pero me dio un beso y me aseguró que se iba “supertranquila” y que me agradecía mucho que estuviera allí.

Pronto comprobé que Sara era muy parecida al resto de mis amigas de 20 años. Eso sí un poquito más lenta y con un deje de tartamudeo al hablar y ese dejar la boca demasiado tiempo abierta, a veces le caía un hilillo de saliva, que ella limpiaba azorada, y en varias ocasiones comprobé que aprovechaba esto para convertirlo en un gesto sensual y sexi, que al principio me dedicaba tímida, pero luego creo que lo hacía con el mayor desparpajo.

Al cabo de una semana, ya nos habíamos creado una rutina, desayunábamos, veíamos la tele y recogíamos un poco la cocina, luego salíamos al jardín y nadábamos. Era genial nadar junto a ella,

Sara nadaba estupendamente, tenía su habitación llena de diplomas,  medallas y copas, no en vano entrenaba en un club y había competido en el campeonato de España. Esto me había impresionado de verdad, porque tenía delante de mí a una persona nueva, mucho más interesante y valiosa de lo que había imaginado hasta ahora.

 Cuando finalizaba el mes de Julio, yo estaba muy nervioso. Y no era capaz de saber que me ocurría, o no era capaz de reconocerlo.
No había ningún momento del día en que Sara estuviera fuera de mi pensamiento. Tampoco en las noches se iba de mí, soñaba con ella, me despertaba con ella, quería estar siempre a su lado.

Ese día habían quedado todos mis amigos, haciendo un esfuerzo se pusieron de acuerdo, pues luego cada uno se iría de vacaciones y posiblemente no se verían hasta principios del curso siguiente. Así que acepté ir, pero  llevando a Sara.

Esa mañana se lo propuse a ella, y antes de que su madre se fuera a trabajar, le pedí permiso. Se negó rotundamente. ¡N0!, Sara no saldría de fiesta ni conmigo ni con nadie.

— ¿No te das cuenta? ¿Cómo vas a salir con ella?, mírala, ¿qué va a hacer entre tus amigos?, se van a reír de ella y tú los acompañaras en sus burlas. Seguro que eso es lo que has hecho todo este mes, burlarte de ella, la pobrecita y boba de Sara.

— ¿Pero qué estás diciendo?

Me levanté, totalmente indignado alcancé la puerta y prefí salir, pues no tenía palabras para seguir esa conversación.
Tanto como las palabras me había herido el tono de desprecio con que las pronunció, especialmente la última frase “la pobrecita y boba de Sara”

Sara lloraba, y su madre también. Iba a marcharme arrebatado por la rabia y la impotencia de haber escuchado aquello en boca de Julia. Pero respiré, no podía dejar así a Sara,  respiré hondo y volvió sobre sus pasos. 

- Julia, eso que acabas de decir, no es cierto, lo sabes. No creo que lo pienses. Puede que Sara tenga un problema, una enfermedad, lo que sea. Pero si la mantienes lejos del mundo, como hasta ahora, eres tú la que creas y agrandas esa diferencia. Yo mismo lo pensaba, Sara, la niña eterna, nunca hubiera pensado en verla conmigo o con mis amigos de fiesta una noche. Hasta que la he conocido.
Deja que el mundo la conozca, y que ella se mezcle con el mundo.
Yo la quiero, creo que ella también a mí. Y queremos vivir este momento, creo que tenemos derecho.
Y mis amigos no son ogros, conocerán a Sara y la querrán como yo, pero tienen que conocerla.

Este discurso hizo que Julia se sintiera mas avergonzada. Y musitara un “perdonadme”, mientras se dejaba caer en la silla.

Sara iluminó su cara con esas sonrisas que hacían que el mundo se volviera mágico, y la abrazó.
Luego se volvió hacia mí, y me besó con un beso que parecía inocente, pero estaba lleno de seguridad.

Julia se rindió a la evidencia. El destino estaba poniendo a todos en su sitio.  Nos vio  juntos, con las manos entrelazadas y supo que yo estaba allí para rescatar a su hija.

Para enseñársela al mundo.

Para permitir que Sara encontrara su sitio en él.





Asun© 28 de agosto de 2013
imagen tomada de la red







miércoles, 19 de noviembre de 2014

Confusión mañanera

      Empezó a pensar en un nuevo teorema. El último que había llamado: Caída libe del músculo buccinador, no tuvo una acogida acorde a lo que se esperaba. 
     Claro que la culpa fue de la confusión mañanera de la asistenta. Si los envíos hubieran llevado la dirección correcta todo hubiera salido bien. 
Las monjitas que atienden a su  padre no habrían recibido un tratado incomprensible y con ciertas fotografías, cuando menos, desagradables y escabrosas. Y el jurado de los nobel en Suecia no habría pasado el bochorno de inspeccionar las mudas de su padre. Aunque, eso sí, al menos eran nuevas.


Asun©11 de noviembre de 2014
Imagen cogida de la red

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Dulce sueño

      El muñeco fue el primero en cerrar los ojos. Lo acarició con el mismo cuidado y dulzura con que lo haría al niño que estaba por llegar. Duerme mi niño, duerme mi estrella que yo te cuidaré. 
Con su propio arrullo se durmió ella también.
      Unas manos pequeñas acomodaron su pelo en la almohada y una boquita aún sin perfilar continuó su nana. Duerme mi luna, duerme mi reina que muy pronto llegaré.

Asun@30/10/14

martes, 21 de octubre de 2014

El mejor regalo


      Imaginó que estaba en una casa grande. Sus padres eran los dueños y tenían varios criados. Uno de ellos la acomodó en una mesa enorme, repleta de cosas riquísimas. 
Un precioso paquete con lazos rosas esperaba en su dormitorio. La casa de muñecas que tanto había deseado era su regalo de Navidad. Era feliz, pero sentía un vacío extraño. 
Algo rozó su cara y le hizo despertar. Su madre la arropaba con un dulce beso que escondía una lágrima por no poder ofrecerle nada más. Abrió los ojos y olvidó todo lo soñado. 
Sonriendo, supo que tenerla a su lado era el mejor regalo posible.



Asun@16/10/14
Imagen tomada de la red

lunes, 20 de octubre de 2014

Mar de polvo cósmico

Cuaderno de bitácora, fecha estelar 2014-10-14.
Después de atravesar un mar de polvo cósmico, la nave Enterprise de la Flota Estelar de la Federación Unida de Planetas avanza hacia una masa indeterminada envuelta en una nebulosa azulada.
El capitán contempla la imagen tras la cristalera del puente de mando.
— ¿Qué cree que habrá detrás de esa neblina azul, capitán Kirk?
— ¿Quién puede saberlo? esperemos a que vuelva la patrulla de reconocimiento.
— ¿Es cierto que nuestros mapas no muestran nada en este cuadrante espacial?
— Veo que mi tripulación no pierde el tiempo. Es cierto, nada debería haber entorpecido nuestro navegar en estas coordenadas.
Una alarma de sonido estridente interrumpe la conversación. Los tripulantes de la nave que acababa de regresar hacen su entrada de modo atropellado.
— Capitán, capitán— el hombre que habla cae pesadamente a los pies de su superior.
— ¿Pero qué es esto? Doctor McCoy, es una suerte que se encuentre aquí, díganos ¿qué le ocurre al ingeniero Scotty?
Todos quedan quietos, como suspendidos en el tiempo.

— Toma válida, muy bien chicos, lo dejamos aquí. Gracias a todos. Mañana a la misma hora. Y mucho cuidado con los trajes, son una reliquia de museo. Señor Spock, a ver esas orejas…

Asun©14/10/14
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lunes, 6 de octubre de 2014

La ruina

       Hoy parece que ella tiene la voz todavía más dulce que ayer. Por eso la contraté, su musicalidad podría amansar a las fieras. Y así ha sido.
Los tigres forman filas indias para recibir su comida, guardando riguroso turno. Los leones usan champús y mascarillas para su melena. Las jirafas lucen originales gargantillas o collares de bisutería, según la ocasión y día. Las cabras montesas tienen sumo cuidado con sus brincos, no vaya a saltárseles el esmalte de sus pezuñas. Las focas y leones marinos emiten finos grititos muy entonados.
 Ella está feliz, cual Blanca Nieves trotando por el bosque. Pero a mí me ha arruinado la vida y el zoo.
Asun©30/09/14

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Buen perro

Deberías airearte un poco. Hoy ha amanecido nublado, sí, pero el aire es fresco y trae aroma a tierras húmedas. El sol quiere salir entre las nubes y juega al escondite con ellas, mira ahora las ha engañado.  
Aunque me regañes y quizá me propines un correazo, que luego te dolerá más a ti que a mí, pienso arañar todas las puertas, aullar como un lobo y correr como un poseso por todo el apartamento. 
¿Ves que bien? Ahora me palmeas el lomo, me dices “buen perro”, sonriendo casi como lo hacías antes. Cuando ella aún estaba con nosotros.


Asun©18/09/14

jueves, 18 de septiembre de 2014

La mosca mosquetera

     Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz y una capa al estilo mosquetero. De esa guisa me presenté y pedí su mano. 

    Y no solo conseguí a mí pretendida, sino que desde entonces soy “La Mosca Mosquetera, la que persigue morosos por donde sea”. 

     Mi suegro al verme lo tuvo claro, se le encendió una vela: es un negocio próspero donde los haya, me dijo, yo mismo soy un deudor empedernido. En seguida me introdujo en los mejores círculos, gente de alcurnia con bien arraigada fama de tramposos. Un lujo de clientela. Y tan cariñosos, que yo mismo tuve que dejarme algo a deber. No quería avergonzarles.




Asun©12/09/14

jueves, 11 de septiembre de 2014

20 pares de pies.

20 pares de pies, veinte pares de talones y no sé ni calcular cuantísimos dedos. Bueno  deditos, que son tan pequeños, tan gorditos, tan tiernos…

Y tan impacientes ¡qué razón tenías! Cuando me dijiste “mira que aunque te gusten los niños, esto es una batalla”. Hoy yo te diría que más que una batalla ¡es un castigo! Pero un castigo tan llevadero que  no podría vivir sin él.

Ya he sacado los correspondientes calcetines, desabrochado todos los botones, bajado pantalones, quitado camisetas y ajustado los bañadores.

Ahora toca poner los gorros, mira que son antipáticos estos gorros de silicona, menos mal que con los polvos de talco es más sencillo, y aún así hay, tirones, gritos y llantos. Llevan razón no puedo evitar que se les enganche el pelo y que sus ojos parezcan todavía más rasgados.

Ya están listos.

Como siempre, digo:  “¡Ale a nadar! Pasadlo bien y tened mucho cuidado. Hasta mañana niños”.

Y todos, uno por uno, me dan un besito, por cierto, bien babeado. Ellos son así todo cariño y les gusta demostrarlo. ¿Será ese cromosoma demás, ese que los tiene marcados?

Los miro embobada, hoy mi “batalla” con ellos ha terminado.

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Asun©9 de septiembre de 2014

martes, 9 de septiembre de 2014

Impresionante mujer

Ella no tiene habilidad ninguna para recogerse el pelo, por ello lo lleva siempre suelto. Tampoco tiene arte con la paleta de colores de su maquillaje, así sus ojos y mejillas lucen sin artificio. Su indumentaria es sencilla, no tiene ella tiempo que perder en combinaciones extrañas. Los perfumes le resultan pesados o empalagosos, no quiere más aroma que el de la limpieza y esa lavanda que impregna su casa entera.
Pero todos se vuelven a su paso, envidian su melena libre y sedosa, su cara reflejo de un corazón puro, su vestir siempre adecuado y su aroma a seguridad y armonía.


Asun©02/09/14

domingo, 17 de agosto de 2014

Nana para amanecer

Duerme mi luna,
Duerme mi estrella,
Que yo te velaré.
  Eres la niña más bella,
 Eres mi Amanecer.

Tengo 45 años, y me he acostumbrado a cierta soledad. He alquilado una casa perfecta para pasar este verano.  Por el día se observa un delicioso mosaico de amarillos y ocres. En el ocaso las estrellas acuden a saludarme capitaneadas por una luna  que susurra misteriosas leyendas.
Tengo un único vecino, un anciano que ha resultado ser un pozo de sabiduría y serenidad. Al anochecer me obsequia con alguna hortaliza y unas charlas impagables.
Como cada noche espero su visita. Sin embargo el que llega es su hijo. Le he visto ocasionalmente, siempre discutiendo con su padre, algo bebido. Como hoy. Se abalanza sobre mí  sin mediar palabra, con una mano me agarra fuertemente y la otra… la otra profana sin reparo.
Estoy tendida en el suelo. Sucia, dolorida. Violada. La luna me contempla entre lágrimas de sangre. El amanecer me rescata.
Durante nueve lunas he revivido ese momento. Maldito.
Hoy la luna vuelve a contemplarme, borrando para siempre aquel miserable encuentro. El alba me rescata de nuevo, cantando una nana por tu nacimiento.
Duerme mi luna,
duerme mi estrella…

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Asun ©17 de agosto de 2014
Imagen recogida en la red

martes, 22 de julio de 2014

La emigrante

         Te dejé, a ti, a tus mentiras y a tus humillaciones. Entré en el parque y  me senté en uno de los bancos. Alguien se sentó a mi lado, un anciano. Llevaba una vieja radio y una voz antigua cantaba:

Cuando salí de mi tierra
volví la cara llorando
porque era lo que más quería
atrás me lo iba dejando.

Entonces dejé que las lágrimas se desbordaran a su antojo. El señor me miró y dijo:
— Señorita ¿Le molesta la música?
— No, al contrario me ha emocionado— sollocé.
— ¿Es usted emigrante?
— En cierto modo sí. Hoy empiezo una nueva vida.







Asun©20/07/14

jueves, 17 de julio de 2014

Alex Darío

— ¿Te gusta leer? A mí me encanta.
— Si, me leo todo, cualquier cosa que caiga en mis manos.
Era cierto, estaba ojeando el primer libro que cayó en mis manos, todo por acercarme a ella. Pero no recordaba cuál era el último libro que había empezado, y menos cuál fui capaz de leer entero.
— ¿Conoces a Alex Darío?
No respondí inmediatamente, decir que sí era arriesgado, pero no podía decir que no.
— Si claro.
— ¿A que no es para tanto?
— No, claro que no, es de lo más normal.
— ¿Tu crees? Pues ya ves las ventas que tiene.
— Precisamente lo comercial no tiene nada de literario.
— Puede ser, quizá ha aprovechado el tirón de la literatura fantástica juvenil.
— Sin duda, ahora los jóvenes leen cualquier cosa, con tal de que transcurra en un mundo de fantasía y romanticismo, y no digamos si intervienen varitas mágicas.
— O colmillos. Pero Alex, aún ha ido más allá.
— Si, basura todo. Y lo de Alex  igual, sin remedio.
Admiré lo bien que estaba quedando, inventando mis respuestas.
— Oye, me tengo que ir. Me ha gustado hablar contigo, ¿te llamas?
— Pablo Gómez ¿y tú?
— Alexandra, pero me conoce casi todo el mundo por Alex, Alex Darío.






Asun®3 de abril de 2014

lunes, 7 de julio de 2014

La cita

Acepté la cita más extraña que nunca hubiera imaginado.
Pero todo era extraño en mi vida desde el día anterior.
 — Hay dolencias y  lesiones que no muestran cara alguna hasta que esa cara es muy, muy fea, espantosa.
Era una bonita forma de decirlo, aunque no restaba dramatismo, mi madre acababa de sufrir un infarto, estaba muy grave. No me había dado cuenta hasta entonces de lo reducido de mi mundo, mi madre y yo.
Y ahora Anselmo.
Fui a la cita. Quité el contacto del coche echando un largo vistazo al lugar en que me encontraba. Un típico hotel de carretera. No había estado en ninguno e inevitablemente lo asocié a los sórdidos relatos de novela negra.
Me abrí paso hasta un pequeño mostrador de recepción. Un hombre de mediana edad me indicó la habitación donde él me esperaba.
Tras unos toques leves en la puerta me llegó el eco de unos pasos y finalmente se abrió. Al verle comprendí la dimensión de la palabra “padre”. Pensé que todo era una confusión, seguramente no dijo  ser “mi padre Anselmo” sino “el padre Anselmo”.

—Pasa... hija, sí, soy tu padre. Y también el padre Anselmo, prelado doméstico de su santidad.

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 Asun©2de julio de 2014


Ilustración Petra Acero

sábado, 28 de junio de 2014

La U de Úrsula


Úrsula estaba muy orgullosa de su nombre. Le gustaba mucho porque era también el nombre de su abuela.
 Además no conocía a ninguna otra niña que se llamara así, por eso su abuela le decía que ellas eran únicas.
Cuando aprendió las vocales, quiso que su preferida fuera la U, aunque le daba un poco de pena que fuera la última que se decía. A E I O U.

Una letra tan importante no podía ser la última. Para remediarlo Úrsula cada vez que recitaba las vocales tardaba mucho en decirla “UUUUUUUUU”.

Algunos niños se reían, pero otros se asuuuustaban, decían que parecía un fantasma UUUUUUU. Otras veces, Úrsula decía la U como si fuera un aullido, aUUUUUUUU.
Desde entonces en el colegio la letra más divertida era sin ninguuuuna duda la UUUUU de Úrsula.

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miércoles, 18 de junio de 2014

Horóscopo: Tauro


   Alguien ha empezado a tirar del hilo.

Yo solo puedo pensar en ti, Ariadna y en tu risa fresca cuando te dije mi nombre: Teseo. Luego preguntaste mi horóscopo: Tauro. Deliciosamente volviste a reír.
     Tenía que volver a verte y tu jersey olvidado en mi mochila era la excusa perfecta. 
Pero hoy el parque se me antoja un laberinto. 


Oigo resoplar y solo espero que no sea ningún animal extraño, como el del cuento que me contaba mi abuelo, cuando nos visitaba desde Minos.

 Lo siento mucho, pero tu jersey va a quedar destrozado.


(imagen de la red)

Asun©14/06/14

lunes, 16 de junio de 2014

Maze models agency

—  No aceptes.
Se volvió dando un respingo y con la sorpresa dibujada en su cara, los ojos abiertos de par en par.
¿Perdón?
Todavía se notaba las mejillas arreboladas y la voz temblorosa. Todo había salido bien, el casting había terminado y el puesto era suyo.
Había escuchado en cinco minutos más elogios, aplausos, sonrisas y palabras envolventes que en toda su vida. Se había sentido flotar, y aún lo estaba haciendo, tenía la sensación de estar a muchos metros por encima del suelo.
Las últimas caras que se veían en portadas habían salido de esta agencia y ahora él  podía ser una de ellas.
Sólo le pareció un poco extraña la urgencia por firmar el contrato, pero claro el primer desfile era al día siguiente. Antes de poner su nombre al final de la ansiada página,  pidió ir al cuarto de baño, necesitaba respirar un poco de aire fresco.
Y allí en el reflejo de la enorme luna de espejo, el representante de los modelos y jurado de las pruebas,  le decía:


– No aceptes, te meterás en el laberinto y créeme, tú no eres Teseo.

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Asun©06/06/14